El pasado jueves 20 de octubre por la noche, varias personas derribaron y causaron diversos desperfectos a la estatua ecuestre del dictador Francisco Franco que había sido instalada en el Born Centre Cultural de Barcelona, en el marco de una exposición sobre memoria histórica dedicada básicamente a la represión franquista en la ciudad condal. Previamente, el lunes 17, otro grupo de personas, –convocadas por las juventudes de ERC y de la antigua Convergència– habían provocado serios altercados en la propia jornada de inauguración, con insultos, lanzamiento de huevos, e incluso con puñetazos contra un dirigente de EUiA –una de las organizaciones que apoyan a la alcaldesa Colau en el Ayuntamiento de Barcelona–, que acabó rodando por el suelo.

El origen de la polémica procede de la oposición de los grupos municipales de ERC y CiU a que el Ayuntamiento organizase dicha exposición en el Born Centre Cultural, equipamiento municipal erigido sobre unas ruinas coetáneas a la ocupación de Barcelona en 1714 por las tropas borbónicas de Felipe V, y que ha sido convertido por ello en una especie de santuario inviolable o “Zona Cero” del independentismo catalán. Y de la consideración, por parte de estos grupos, que la exhibición de una estatua del dictador en dicho espacio podía suponer una grave ofensa para el sentir colectivo de la nación.

(Se da la circunstancia de que las excavaciones y museización de esas ruinas se convirtieron, durante varios años, en prioridad absoluta del govern de Artur Mas, que invirtió en ella –en época de drásticos y generalizados recortes–, la práctica totalidad de los muy menguados recursos destinados a protección del patrimonio arqueológico catalán, ante la indignación de sectores académicos y de los profesionales del sector, tal como muy bien se explica en el blog Reflexions d’un Arqueòleg Glamurós )

Interesados en conocer los hechos de primera mano, los reporteros de Charnego News hemos entrevistado a alguien cercano a los protagonistas de los mismos, que nos ha hecho las siguientes revelaciones:

“Bueno, esto lo hemos hecho básicamente para empreñar a la Colau, porque en el fondo el tío Paco tampoco nos caía tan mal; tenemos muchas cosas en común con él, y, si no fuese porque era gallego, y por tanto de una raza inferior, como si dijéramos, no tan europea como la catalana, casi lo consideraríamos uno de los nuestros”. Y, al manifestarle nosotros nuestra extrañeza, el informante continuó: “Sí, sí; a nosotros nos parece muy bien que DiAdita votase “sí-sí” en el referéndum-costellada del 9N, y hasta le hemos dejado que viniera a nuestra “mani” independentista de este 11 de Septiembre. Pero no nos fiamos de ella porque no es ni carn ni peix; fijaos, si no, en lo de hacerle leer el pregón de la Mercè de este año al charnego ése del Andújar, que hasta tiene nombre de aceite de oliva, quin fàstic. Y sobre todo no le perdonamos que le quitase el cargo al alcalde Trias, que ése sí que es “de los de casa” de toda la vida, y más con lo que le costó conseguirlo, después de tantos años de aguantar a  los sociatas…”

Cada vez más emocionado, nuestro informante acabó compartiendo con nosotros algunos de sus más íntimos recuerdos familiares: “Es que, aunque ahora seamos independentistas y estemos metidos en todo esto del “Procés”, en mi familia siempre hemos sido gente de orden y muy com Déu mana, oiga. Por eso la tieta Nuri estaba entre toda aquella multitud que gritaba “¡Franco, Franco, Franco!” en la Diagonal en el 39, que ya estaban bien hartos de toda aquella purria charnega de la CNT que les quemaba los conventos y les colectivizaba las fábricas, con lo emprendedores que hemos sido siempre los catalanes, oiga. Y por eso el tiet Josep Maria tuvo que escurrirse por la frontera en el 36, aunque al poco reapareció por Burgos, con camisa azul y boina roja, y haciéndose llamar José Mari. Pero bueno, luego el Régimen comenzó a fer figa, y por suerte entonces pudimos echar mano de ese hombre providencial que ha sido Jordi Pujol, y que gracias a él hemos podido mantener a raya durante treinta años a toda la charnegada roja ésa que ahora nos quiere volver a mandar otra vez, aunque sea haciéndose los simpáticos y los soberanistas, que hoy te dan una de cal y otra de arena”.

Por su parte, el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Gerardo Xixarel·lo –número 2 de la alcaldesa Colau, y reconocido independentista–, ha hecho las siguientes declaraciones: “¡Che, viste, estos pibes boludos de ERC no entendieron nada…! Y, ¿no vieron que lo único que queremos es mangonear con ellos en la futura República Catalana…?”

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