Jordi Cuixart se traslada a Soto del Real

Jordi Cuixart, aprovechando su viaje de hoy a Madrid, ha comentado en el AVE a sus compañeros de sedición que “la terra catalana está muy bien y todo eso pero que la tierra castellana es muy sana y saludable, que el aire es más limpio y puro y que el agua de la Cuenca Alta del Manzanares es cristalina y tiene muy buen sabor”. Por todo ello, y ante la inseguridad jurídica que han provocado él mismo (junto con el otro Jordi, Sànchez, y los partidos nacionalseparatistas), ha decidido deslocalizar su propia empresa, Aranow Packaging Machinery, y llevarla a Soto del Real, sumándose así a las casi 600 que se han marchado de Cataluña desde el 1 de octubre. Cuixart ha declarado en el andén del AVE a los periodistas: “Me voy realmente porque me avergüenza lo que mi madre, murciana, piensa estos días de mí más que por evitar la quiebra de mi empresa”.

Parece ser que el Estado Español, en boca de la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela, gracias a este cambio de actitud de Cuixart, le ha ofrecido tanto a él como a su compañero de sedición, Sànchez, alojamiento y comida gratis, eso sí, en celda compartida, en Soto del Real, a los pies de la Cuenca Alta del Manzanares donde gozarán de aire fresco cada día durante la media hora de patio a la que tienen derecho los inquilinos del Centro Penitenciario.

A pesar de ello, parece que la relación entre los Jordis no es nada buena ya que se ha oído a Cuixart afearle a su tocayo que escriba su apellido Sànchez i no Sàntxes, que era rídiculo cambiar sólo el sentido del acento y que lo que había que hacer era nacionalizarlo: “¡Jordi! –le ha espetado Cuixart– es por ese mismo motivo ridículo que no hemos logrado la independencia, por declararla a medias”. Sàntxes le ha respondido: “Tranquil Jordi, tranquil, que ahora tendremos todo el tiempo del mundo para debatirlo aquí en tierras castellanas”.