Dice la Von der Lechen que nos dejemos de hospitales y escuelas y que los cuartos nos los gastemos en misiles.
¡Me cago en la leche puta! ¿Pues no viene ahora la Úrsula Von der Leches esta y quiere meternos en un holocausto nuclear tipo “Mad Max” con el chuloputas del Putin? ¡Manda güebs! ¡Con lo tranquilo que estaba yo aquí en el terruño, desde que me volví para tratar de estirar un poco el subsidio para mayores de cincuentaypico que me dieron los del SEPE, que es como llaman ahora al INEM de toda la vida, y que en Farselona no me llegaba ni para Pipas! Bueno, para eso y para poner un poco de tierra por medio con la parienta, que nos hemos “dado un tiempo”, como se dice ahora, y que no sé yo si volveremos o no, pero que ella estaba ya hasta el moño de que anduviera yo siempre tirándoles la caña a las turistas con shorts y bambas que suben a tomar el sol en tirantes a los búnkeres del Carmelo… Y que conste que la culpa es del Garrido, que desde que la siesa de la Blanca le puso los mocasines en la puerta y ha vuelto al “mercao” me lleva por mal camino… O yo a él por el bueno. Porque, con lo figaflor que es, si no fuera por mí no se comía un torrao. Que ni sus doctorandas cupaires le hacen ni puto caso, y mira que ésas tienen tragaderas.
Pues eso. Que estábamos tan tranquilos, ahora que parecía que ya se habían controlado los precios de la electricidad y el aceite que nos traían por el camino de la amargura, cuando salió por la tele el otro día la pavilla esa que es comisaria europea de emergencias o no sé qué historias, que tiene cara de morita guapa de las que no se ponen pañuelo, y empezó a sacarse cosas y más cosas del bolso de Gucci o de Armani, la navaja suiza, la linterna, la radio a pilas… como si fuese el bolsillo mágico del Doraemon, que parecía que estaba cachondeándose de nosotros, y diciendo que teníamos que estar preparados por si el Putin nos manda sus misiles o por si cae un meteorito de ésos que salía el Bruce Willis a cazar por el espacio.
Porque claro, el tema es que ahora el Trump se ha lavado las manos con lo de Ucrania porque el Putin y él son medio colegas y el otro le ayuda con sus bots a ganar las elecciones en Yanquilandia, y por eso ha dejado con el culo al aire al Macron y al Pedro Sánchez y al que hay ahora en Alemania que aún no sé cómo se llama. Y el Macron y el Sánchez y el otro, venga darse abrazos con el Chulensky cada vez que el Chulensky se da una vuelta en camiseta por París o por Bruselas pidiendo que le manden más tanques y más misiles. Y pidiendo, ya de paso y por si cuela, que le enviemos también a los del Millán Astray con la cabra pa que se dejen bombardear un rato por los rusos, que a él casi no le quedan jugadores de la cantera y los que tiene hacen todo lo que pueden pa escaquearse, que dicen que sí, que muy bien lo de morir por la patria y todo eso pero que ellos ya se han cansado de hacer el primo.
Y por eso ahora, a nosotros, nos dice la Von der Leches que nos dejemos de tonterías como hospitales y escuelas y pensiones para los jubilados y chuminadas de esas y que lo que tenemos que hacer es gastarnos dos o tres o cuatro veces más dinero en tanques y en misiles y en aviones pa cuando el Putin venga con las rebajas, que lo otro son lujos y pijerías y que nos tienen demasiado acostumbrados a la buena vida. Y por eso sacan a la morita guapa con el bolsillo de Doraemon por la tele, pa que nos entre el canguelo, digamos amén a todo y vayamos rascándonos el bolsillo.
Y digo yo, ¿para qué teníamos nosotros que meternos en el fregao ese de Ucrania? Porque, que el Putin es un hijo de Putin ya se le ve en la cara, que te mira con la sonrisa torcida esa que tiene y parece que te está tomando las medidas para la caja de pino y escogiendo el vino para el velorio, y pensando en qué postura va a poner luego a tu viuda y a tus cuatro hijas cuando tenga que consolarlas a todas en la cama. Ras-Putin, tendrían que llamarlo. Pero lo que yo veo también es que los rusos, desde hace años, con lo único que quieren invadir Europa es con su gas y su petróleo, que son más baratos que los de Yanquilandia y los de los petrojeques del Golfo, y a cambio invertir sus buenas divisas en ladrillo, que ya se han enterado que la vivienda en España no está para que la gente viva sino para que los mafiosos se hagan ricos, y a ello hace ya tiempo que se pusieron con ganas.
Porque Rusia, antes, era un país de ingenieros, que te mandaban al espacio el Sputnik y al Yuri Gagarin y a la perra Laika y a la Tereskova y se quedaba todo el mundo mirando como tontos hacia arriba, a ver si de noche veían pasar el puntito, lo mismo que ahora con los Starlink esos del Elon Musk que cualquier día se nos caen en la cabeza y nos explotan encima igual que los puñeteros coches Tesla, que eso sí que son armas de destrucción masiva.
Pero, desde que al Gorbachov se le cayó el muro encima, Rusia se ha vuelto un país de mafiosos y de putas y encima se dedican a exportarlas a la Costa del Sol y hasta a Las Vegas, que te vas por los clubes de carretera y todas son altas y rubiascas y se llaman Olga o Natacha, aunque bueno, desde que empezó la guerra todas te dicen que son ucranianas y que tienen el marido en el frente para ver si te dan pena y te alargas más con la propina, menos cuando ven que te va el rollo duro y entonces te dicen que se llaman Irina y que son del KGB, o como lo llamen ahora, y que como no te portes bien te van a enviar a Siberia como al Navalni. Bueno, yo digo lo que me han contado, porque yo en esos sitios sólo entro cuando me quedo sin tabaco y me pilla cerrado el estanco.
Y que, con todo lo malo que es el Putin, ya te digo yo que el Chulensky tampoco es trigo limpio. Y eso que los ucranianos de trigo tienen un rato, que para eso era antes el granero de la Unión Soviética y ahora lo es el de Europa.
Gorbachov quiso reformar el sistema sin cargárselo. Pero Yeltsin y los otros caciques dinamitaron la URSS desde dentro y metieron al país en el capitalismo a lo bestia, conservando los resortes de un poder totalitario.
El otro día precisamente lo comentábamos yo y el Garrido, que se cogió el Suzuki Santana ese del año de Maricastaña que todavía tiene, que no sé cómo lo dejan circular por Farselona con todo el rollo de las bajas emisiones, y se presentó en la puerta de mi casa diciendo que se había tomado unos días libres en la “Uni” para venir a ver los cerezos en flor en el Valle del Jerte, y ya le dije yo que no pensaba tenerlo dos o tres semanas en mi casa a pan y cuchillo. Pero pa mí que lo de los cerezos era una excusa, y lo que pasa es que se acojonó cuando oyó decir el otro día al Pedrito Sánchez lo poco que tardaría un dron ruso en llegar desde Crimea a Farselona y ha decidido poner tierra de por medio, y que ha llegado hasta aquí porque el depósito de gasolina no le daba para llegar más lejos.
–Todo el espacio ex soviético está dominado por oligarquías corruptas, incluyendo a Ucrania –decía el Garrido, que siempre le gusta ponerse en plan catedrático–. Gorbachov, con la Glasnost y la Perestroika, quiso reformar el sistema sin cargárselo, montar un «socialismo de rostro humano» como Dubcek en la Primavera de Praga. Pero Yeltsin y los otros caciques locales no le dejaron llevar a cabo su proyecto, en su lugar lo que hicieron fue dinamitar la URSS desde dentro y meter al país en el capitalismo de golpe y a lo bestia pero conservando al mismo tiempo todos los resortes de un poder totalitario, maquillado por encima con un poquito de barniz de democracia para guardar las apariencias.
»Y lo peor de todo –continuaba ya lanzado el Garrido como él suele cuando tiene público y le parece que le escuchan– es que a la mitad de esos sátrapas y mafiosos de la antigua URSS y de sus satélites nos los hemos metido en casa con toda la alegría del mundo: en la Unión Europea, porque Alemania vio la ocasión perfecta para extender su Lebensraum hacia el Este, ampliando el mercado de sus empresas y aprovechando la mano de obra cualificada y barata de Polonia, Hungría o la República Checa; y en la OTAN, porque los gringos no podían dejar de aprovechar la ocasión para estrechar su cerco militar sobre Rusia, que ya no es el enemigo comunista de cuando la Guerra Fría pero que sigue siendo la única potencia que rivaliza con los USA en número de misiles atómicos, y que por eso sigue siendo un peligro. Y eso, ciscándose en las promesas y las garantías de no ampliar la OTAN hacia el Este que Bush le había dado a Gorbachov en el 91.
»Hasta que al Putin, que será un dictador y un facha pero no un borracho y un pelele como el Yeltsin, se le han hinchado las pelotas y ha dicho hasta aquí podíamos llegar, y que, antes que permitir que Ucrania entre en la OTAN y le pongan los misiles yankis a cinco minutos de Moscú y sin capacidad de respuesta, prefería pasarse la legalidad internacional por el forro y dejar Ucrania convertida en un campo de escombros; vaya, no tanto como Netanyahu con Gaza, pero eso, básicamente, porque Ucrania es como 2.000 veces más grande que Gaza y para eso harían falta muchas, muchas más bombas… Y anda que lo de la legalidad internacional iba a ser para Putin un problema, después de la cantidad de Polonio-210 que ha ido repartiendo por toda Europa…
–Ya te digo. Con la de veces que hemos salido tú y yo de “mani” gritando lo de “OTAN no, bases fuera” –intervine yo para que el Garrido no lo dijese él todo, que cuando se pone a largar se piensa que es el único que lee libros–. Pero oye, en el fondo a la Von der Lechen le iría de puta madre que los rusos hubieran desarrollado algún tipo de bomba de neutrones que sólo matase a los currelas que están a punto de jubilarse, como nosotros… No veas lo que le ayudaría eso a controlar el déficit…
Y como vi que el Garrido estaba un poco tenso, y yo me había quedado sin tabaco, me lo llevé a ver si le sonsacábamos información a la agente Irina sobre los planes secretos de Putin para invadir Europa. Y a él, para ampliar más las fuentes, le encargué interrogar a una espía nueva venezolana que debía de haber enviado el Maduro para realizar tareas de apoyo, y que tenía toda la pinta de ser un travelo.
El Farragüas.
Villanueva de la Serena. Abril de 2025.
*Buenísima lección de Geopolítica, pero contada como si te estuviera hablando el «Pijoaparte» de ese castizo barrio de «Farselona» (genial y muy gráfico alternativo al de la ciudad condal) llamado El Carmelo. Que no sólo quinquis y ladrones de motos ha dado aquella parte de Barcelona. Y con los ya clásicos toques charneguiles (como los nombres modificados de los personajes: Úrsula von der Leches), además de descripciones destornillantes: «la sonrisa torcida esa que tiene y parece que te está tomando las medidas para la caja de pino y escogiendo el vino para el velorio». Mejor radiografía de Putin, imposible. En resumen y con solo dos palabras: Seguid así.
Un gran análisis desde la diversión y el sarcasmo. Me ha encantado leerlo.
Me encanta como te las apañas para entrar en una dura crítica siempre con ese humor tan nuestro, pero el resultado es pensar en lo jodido que está en panorama. Sátira pura.
Felicidades